¿Por qué esperábamos a que nos dieran órdenes a la hora de hacer el bloc?

El día 28 de febrero hicimos la clase en el aula de ordenadores ya que teníamos que crear un bloc para poder poner nuestras reflexiones para poder realizar la carpeta de aprendizaje. Una vez todos sentados en un ordenador y listos para crear el bloc nos quedamos esperando a que Martí nos diera ordenes sobre como debíamos hacerlo. En ese momento él nos sugirió reflexionar sobre porque esperábamos a que nos dijera como debíamos hacerlo.

Este tema me recuerda al cuento de “La flor roja con el tallo verde” que nos leyó Martí el semestre pasado. El cuento iba sobre una maestra que explicaba a los alumnos como debían hacer las cosas sin dejar que éstos explotaran su imaginación. Yo creo que a nosotros nos sucede lo mismo que al protagonista de la historia, des de pequeños estamos acostumbrados a que sean los profesores los encargados de decirnos que tenemos que hacer y cómo debemos hacerlo, por eso en el momento en que Martí nos dijo que empezáramos sin antes habernos dicho cómo hacerlos nos quedamos todos parados. Esto mismo sucede cuando nos proponen hacer una actividad más dinámica en la que nos tenemos que levantar de nuestros sitios. Estamos tan poco acostumbrados a hacer este tipo de actividades que en el momento en que nos proponen una, nos quedamos sentados unos segundos antes de reaccionar.

Además pienso que haber interiorizado de esa manera el concepto de que el profesor debe ser el encargado en todo momento de decirnos cómo debemos hacer las cosas, ha provocado en nosotros que tengamos menos iniciativa y menos autonomía a la hora de realizar actividades.

Como conclusión sólo tengo que decir que espero que en un futuro, cuando yo sea la encargada de decir a mis alumnos lo que hay que hacer, deje que en ocasiones sean ellos los que por propia iniciativa intenten hacer las cosas como ellos piensen que se hacen para evitar que adquieran la mala costumbre que adquirí yo, ya que Martí dejándonos hacer las cosas a nuestro aire nos demostró que sin ninguna explicación fuimos capaces de realizar la actividad con éxito.