El día 11 de mayo seguimos hablando de la evaluación, pero esta vez a partir de un artículo de Davini.
Davini comenta en su artículo que la evaluación es un elemento que ha ido pegado a la enseñanza desde el principio de la historia, ya que la enseñanza requiere de la valoración de los avances, los logros y las dificultades. Tiempo atrás, ésta servía como un instrumento de control ya que derivaba en castigos corporales o morales. Ahora, en cambio, se intenta que la evaluación sea un proceso que ayude a los alumnos a desarrollarse.
La evaluación, por lo tanto, la define como un proceso que valora la evolución de los alumnos hacia los objetivos de la enseñanza y sus propósitos más significativos, y que tiene efectos sustantivos en el desarrollo de los estudiantes.
Dentro de la evaluación se encuentran tres tipos de etapas que actúan según las necesidades de su desarrollo. La primera de ellas es la evaluación diagnóstica que se da al inicio del curso, ya que permite al docente valorar las capacidades, intereses, potencialidades, dificultades, etc. de los alumnos. Ésta también se da durante el curso donde los profesores detectan donde están las dificultades de los alumnos y el porqué de las mismas. La segunda es la evaluación formativa que se centra mayoritariamente en el aprendizaje, es decir, detectar problemas en el desarrollo de las actividades, identificar si los alumnos han asimilado correctamente los contenidos, etc. Por último, la evaluación recapituladora que se centra en valorar los logros de los alumnos una vez terminado el curso.
Davini afirma que para evaluar es esencial recopilar información acerca de los aprendizajes alcanzados por los alumnos, es por eso que está de acuerdo en hacer exámenes o pruebas donde se pueda valorar si el alumno ha asumido e interiorizado los contenidos esenciales. Sin embargo, considera que muchas veces las pruebas de redacción, cuestionarios o de opciones múltiples estandarizadas son una recopilación de información innecesaria, además de provocar que los alumnos acaben aprendiendo según la forma en que luego van a ser evaluados. Davini, en este sentido defiende una evaluación autentica en la que se evalúen, a través de pruebas, las formas de trabajo que reflejan las situaciones de la vida real, es decir, pretende que se evalúen la capacidad para resolver problemas, la responsabilidad, la autoestima, la honestidad, la iniciativa, etc., todo aquello que les será más útil en la vida cuotidiana. Ésta, a la vez, permite que los alumnos participen en su propio proceso de evaluación, de acuerdo con sus capacidades y posibilidades, dialogando sobre sus logros, detectando sus dificultades, analizando sus esfuerzos, etc.
En mi opinión, creo que este artículo contiene mucha información realmente esencial para todos los docentes. Creo que, tal y como defiende Davini, es muy importante que se empieza a evaluar de manera autentica, tal y como ella lo define, ya que realmente se tendría que valorar aquellos contenidos que serán importantes en el futuro del alumno. Además, este documento me ha mostrado que existen tres “caras” en la evaluación, aquella que se hace en el primer contacto que se tiene con los alumnos al inicio de curso, aquella que es propiamente la evaluación de los contenidos, y aquella que se realiza al final valorando los logros de los alumnos.
¿Es bueno hacer exámenes en primaria?
Este mismo día, mientras hacíamos la reflexión sobre el artículo comentado anteriormente, surgió la pregunta sobre si era esencial o bueno hacer exámenes en primaria.
La educación de hoy en día, como todos sabemos, está basada en la enseñanza por competencias, tema del que ya hemos hablado anteriormente. Es cierto, que se hace difícil evaluar las competencias ya que son muy generales y abstractas, pero también es cierto que los contenidos las deberían reflejar. Por lo tanto, por diversas razones, creo que es bueno empezar a hacer exámenes en primaria.
La primera de ellas es porque creo que los exámenes son un buen instrumento para valorar si los alumnos asumen o adquieren los contenidos esenciales que reflejan las competencias básicas y que además les serán útiles en un futuro. Hacer un examen provoca que tengas que dedicar un cierto tiempo a reflexionar, adquirir o interiorizar un contenido que será útil para un aprendizaje posterior, ya que sin la existencia de éstos probablemente la mayoría de los alumnos no dedicarían ese tiempo a interiorizar las divisiones, por ejemplo, contenido esencial para cursos posteriores.
La segunda razón es que considero que empezar a hacer exámenes desde primaria ayuda a los alumnos a ir adquiriendo el hábito de estudiar y aprender a afrontar la situación de ser evaluados a través de una prueba. Por mucho que un día se decida, por ejemplo, eliminar los exámenes de primaria, los alumnos una vez que pasen a secundaria serán evaluados a través de uno, por lo tanto, resultaría más difícil para ellos empezar a afrontarlo en secundaria ya que los contenidos son más complejos y probablemente aprobar el examen sea esencial, que si empiezan desde más pequeños.
A pesar de que estoy a favor de la realización de exámenes en primaria, no creo que estos deban ser demasiado difíciles ni que representen un porcentaje elevado en la nota ya que resultaría una carga muy pesada para niños tan pequeños y además les provocaría un miedo innecesario.
Aquí pongo un video corto sobre Mafalda haciendo referencia a los exámenes finales.
A continuación os dejo otro video que me ha parecido gracioso. Está relacionado con los exámenes pero no con primaria.
gracias! me ayudo mucho y me aclaro cosas que no entendía !
ResponderEliminarCuál sería la evaluación auténtica para davini, podrías mencionar las características de la misma, por favor?
ResponderEliminarcuando se evalua?
ResponderEliminarSe evalua en todo momento por eso dice que es un proceso y se da en el momento clase durante el inicio el desarrollo y cierre. Se evalua segun lo que se requiere de los estudiantes por eso son diagnostica, formativa, etc
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